lunes, 15 de diciembre de 2014

Tan fuego, Tan nocturno



El sol en tus ojos. El golpe de suerte que me ayudó a llegar a ti. La vida al compás de alguna melodía de Debussy. El humo saliendo lentamente de tu boca mientras tarareabas algunas canción perdida, enterrada en el tiempo.

¿Volverás?
Tal vez no sea la pregunta correcta, pero por si acaso a veces trato de recordarte a la luz de las velas. Hay algo en ella que me cautiva y me hace sentirme cerca de ti en la calidez de antaño. A la expectativa de tus intermitencias amables, espontáneas y precisas regadas en palabras, miradas y sonrisas.

Todo tan tú, tan fuego, tan nocturno y deseable. Tu tacto con la perfecta presión. Y por eso, tal vez esa no sea la pregunta correcta.
¿Me recordarás?

Allá, lejos. Libre y prohibido. Apago la vela. Miro el paquete de velas, era la última.


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