De antagonistas

Es una hermosa paradoja la del antagonista y el protagonista. El antagonista jamás puede ser el primero,se vuelve protagonista y pierde su esencia Está irremediablemente destinado a permanecer contrario y segundo. Uno puede intentar escribir la historia del antagonista (y aunque se pueda y sea aceptada), pero la esencia es una mentira.

A mi me gustan los antagonistas, vivo en una paradoja.

Hay algo verdaderamente corrosivo en este espacio, en este momento… pareciese que son incompatibles.
Es el vacío, aumentó.
Ahora no sólo es algo que traga todo lo presente, es un gran tramo con nombre; distancia.

No.
No te perdiste, a pesar de no estar entre las cartas, en las fotografías de las cajas que guardo con esmero.
Estas en las notas que emiten las teclas del piano cuando las presiono distraidamente, enfocándome en una imagen.
estás en las cortinas que enrojecen al atardecer.
En la alfombra de la sala.
Estás ahí, en esa casa, en ese hogar, que es mi mente.

Fósforos.

Se acercó y me dijo: “Te daré algo que te sirva de verdad”.

Tomó una cajetilla de cerillos y prendió uno.

La diminuta llama revoloteaba en sus ojos.

De un momento a otro, sofocó la pequeña luz con sus dedos. Me dio la caja de cerillos, dio media vuelta y se marchó.

Yo lo miraba sin parpadear, desapareciendo entre las callejuelas.