domingo, 20 de abril de 2014

El gato trepa a la cama. Se oye un suave ronroneo. Pisa delicadamente y encuentra el lugar perfecto para acomodarse. A terminado su larga velada. Ha estado en los tejados, cuidando que aquella luna no haga ningún truco como el de la última vez.

Cicatrices



Siempre he pensado que las cicatrices son los recordatorios más fehacientes de los dolores más profundos que hemos tenido. La marca innegable de los momentos en donde nuestra existencia pendía delicadamente de un descuido que a veces puede ser cotidiano, risueño e inocente.

O pasar a ser una inequívoca señal de que la muerte nos alcanza tarde o temprano y que si hemos tenido un roce con ella, se hará presente, como una advertencia.
Quedarás inexorablemente marcado como aquel que cruzo miradas con el poder que posee el mortal de dejarse abandonar a sí mismo.
Oh! Caín, hermoso y perfecto Caín, tu cicatriz solo era la señal de una mirada intensa con la sabiduría que la eternidad solo le ofrece a unos cuantos!


The Perfect Circles or Everything

El mundo siempre cambia.
Da giros, se transforma. Un día te das cuenta de que esos pequeños cambios que a veces notabas un día fueron los suficientes para formar una revolución.
Revolución.
Sin embargo, este mundo está hecho de cosas pequeñas que forman algo mayor.
¿Cuántas revoluciones necesitaremos para pasar al siguiente nivel?

No solo las gotas de agua forman un océano. No sería océano sin los sutiles cantos de las criaturas que ahí viven.
Y Ud qué sabe. Puede que esos cantos hagan que una pequeña corriente se desvíe y eso provoque que una corriente mayor tome el ritmo justo que debe llevar.