viernes, 24 de abril de 2015

No.
No te perdiste, a pesar de no estar entre las cartas, en las fotografías de las cajas que guardo con esmero.
Estas en las notas que emiten las teclas del piano cuando las presiono distraidamente, enfocándome en una imagen.
estás en las cortinas que enrojecen al atardecer.
En la alfombra de la sala.
Estás ahí, en esa casa, en ese hogar, que es mi mente.


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